Ciudad de México, 10 de abril de 2025. Lo que debía ser una votación solemne sobre el resguardo del Bosque de Chapultepec se convirtió en un momento bochornoso para el Congreso de la Ciudad de México, cuando un mensaje ofensivo apareció entre las papeletas depositadas en la urna durante una sesión.
Durante la votación secreta para aprobar la restitución del uso de suelo como área verde al predio ubicado en Montes Apalaches 525, en Lomas de Chapultepec, una hoja contenía la frase “Puto el que lo lea”, generando sorpresa y molestia en el pleno. La presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila, visiblemente indignada, mostró el mensaje y lanzó un fuerte llamado de atención a los diputados.
“No se sabe quién fue, pero ustedes sí saben quién lo hizo”, expresó Ávila, exhortando a los legisladores a conducirse con respeto y altura política.
La sesión aprobó por unanimidad el cambio de uso de suelo del predio, actualmente bajo la mira de la constructora Trepi, interesada en desarrollar un conjunto habitacional en la zona, lo que ha despertado críticas por el posible impacto ambiental.
El incidente, aunque no afectó el sentido de la votación, encendió los focos rojos sobre la ética y el comportamiento dentro del recinto legislativo. La situación dejó en evidencia que, incluso en temas de gran trascendencia ecológica, algunos integrantes del Congreso no dudan en recurrir al anonimato para desvirtuar el proceso democrático.